Ella no poseía dorados risos ni verdes ojos y él, por su parte, no ostentaba una gran altura u otros seductores encantos, pero ¿que más da?, esto no se trataba ni de ostentosos castillos o estereotipos de cuentos, no importaba el color de ojos o de piel...
Porque simple y sencillamente se trataba de ser felices...
2 comentarios:
Simple pero profundo y real, Sir Cristian... debo aceptar que hasta cierto punto siento sana envidia por ud. Cuide a su lady como un caballero debe cuidar a su dama siempre.
"Se trata de ser felices".
Completamente de acuerdo... al fin de todo, es simple, ¿no?. Sólo que a veces las personas tenemos tantas barreras... y creemos que amar y ser felices es más complicado de lo que en realidad es.
Concuerdo con Sir Karin.
Cariños manito.
Publicar un comentario